martes, 22 de abril de 2014

Día del Libro 2014

Querido alumno, esto no es un pregón, ni un manifiesto. Es una llamada de auxilio. Es justo que en este Día del Libro de 2014, instituido en conmemoración del manchego Miguel de Cervantes y del inglés William Shakespeare, que acaso más hicieron para que los libros fueran respetados, lo que procede es lanzar una llamada de auxilio, que al mismo tiempo sea, si es que eso es posible, una invitación a la ilusión y la esperanza.

El libro, lector, alumno, siempre ha estado en tus manos. Siempre fueron ellas las que lo sostuvieron contra las amenazas y los enemigos que le salieron al paso, y que no fueron pocos. Quienes no celebran que los demás tengan felicidad y libertad, que existen y no descansan, vieron desde siempre en el libro, con buen criterio, un adversario al que debían combatir. No dudaron en prohibirlo, romperlo, triturarlo, quemarlo. Luego se volvieron más sutiles, y optaron por ignorarlo, por tratar de distraernos de él y finalmente por fabricar objetos con su misma forma pero con muy diferente función.

Todos sabemos que los tiempos no son los propicios, que muchos no tienen para sus necesidades básicas; no es a éstos a quienes se dirige esta llamada. Sino a esos lectores y alumnos que pudiendo apostar por el libro, han dejado de hacerlo.

No hay en esta llamada la menor sombra de reproche. Haga cada uno con su libertad como mejor crea, y si el libro ha de morir porque la gente dejó de amarlo, muera y quede en el recuerdo o el olvido, como la gente prefiera.

Pero si queda alguien que de veras ame lo que los libros son y contienen, demuéstrelo. Los libros no los hacen ni los harán jamás máquinas, por muy sofisticada que pueda llegar a ser su programación. Los libros los hacen personas que se dejan trozos de alma en el camino, con la aspiración, acaso insensata, de llegar a formar parte del alma de otras personas.

Esto no es un reproche, alumno. Es simplemente un recordatorio. El libro vive de tu afecto, no permitamos que nos lo quiten.

Merecemos mucho más que eso.                     

Lorenzo Silva (adaptación).

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